martes, 19 de febrero de 2013

OUTSOURCING; Un buen aliado en tiempos de crisis

La situación económica actual hace que las organizaciones se cuestionen de dónde recortar gastos sin dejar de ser competitivas, dado que una mala decisión las podría dejar fuera del mercado.

La crisis está llevando a las empresas a replantearse la forma en que operan en relación con los próximos años. El famoso “más con menos” cobra cada día mayor protagonismo y favorece cambios importantes en los modelos de organización y gestión de las organizaciones, que tenderán a concentrarse en su negocio y a dejar en manos de expertos tareas más cotidianas y menos críticas como puede ser la gestión de las nóminas. De hecho, según la European Outsourcing Survey 2008 elaborada por Ernst &Young, España es una de las primeras potencias europeas en externalización, ya que 7 de cada 10, un 77% de las compañías españolas externaliza al menos una función de su negocio.
En tiempos de crisis los presupuestos de las empresas se resienten en todos los ámbitos. Por ello, proliferan las recetas para reducir costes y combatir de la mejor manera posible esta situación de incertidumbre.
Las compañías buscan ser cada vez más eficientes y optimizar sus operaciones al menor coste posible. Por este motivo, la fórmula del outsourcing es cada vez más buscada y muy especialmente en el campo de los recursos humanos.

Ahorros en costes fijos
Con un servicio de outsourcing se puede trabajar con la mitad de recursos y de personas y afrontar el triple de funciones, ya que las empresas se pueden ahorrar entre un 20% y un 40% del coste fijo. Y estos ahorros también son extrapolables a tareas de mayor valor dentro del departamento como la atracción y retención de talento o la contratación. Sabemos que fallar en la contratación del perfil adecuado puede costar a la empresa de seis a doce meses de ese salario.
Según el último informe de Mercer, más del 70% de las compañías europeas están transformando su función de recursos humanos o ya lo ha hecho. El cambio de las organizaciones y los requisitos de negocio son los principales impulsores del proceso de transformación del área de gestión de personas, que busca alinear la función con los requisitos del negocio, incrementar su habilidad para respaldar al negocio en su gestión de profesionales y mejorar la eficacia de la organización.
Esta tendencia ya es una realidad en los departamentos de recursos humanos de empresas españolas que, en busca de la excelencia en la gestión de procesos, recurren a especialistas capaces de realizar aquellas funciones que no aportan valor.

Flexibilidad
La demanda en la gestión externa de los procesos administrativos ha crecido y permanecerá aumentando de forma imparable en los próximos tres años, favorecida por el actual contexto económico. Así lo asegura un informe de IDC, que señala que el crecimiento previsto en España para la externalización de procesos administrativos es del 21,1%.
Si bien las empresas que optan por este sistema de subcontratación, sobre todo en momentos como el actual, tienen como primer objetivo la eficiencia operacional, es decir, el ahorro y el control de costes, y con ello la mejora de la productividad y la “liberación” de recursos para tareas de mayor valor, no hay que olvidar que otro factor que puede estar desempeñando un papel importante, teniendo en cuenta la incertidumbre del mercado, es el hecho de que la externalización permite disponer de una infraestructura que se adapta a las necesidades del negocio en cada momento. Este ajuste a la demanda permite resolver de forma rápida requerimientos puntuales del negocio y ajustes de desequilibrios estacionales.
La flexibilidad que confiere la externalización a una empresa hace que sus expectativas de crecimiento sean más fáciles de conseguir, y las circunstancias económicas no han hecho más que acelerar el proceso, sobre todo ahora que las firmas de externalización se empiezan a vislumbrar como verdaderos aliados, capaces de aportar valor de negocio a largo plazo.